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Mi gato maúlla por las noches, ¿qué puedo hacer?

Abr 19, 2018

En general, a los gatos les gusta maullar y lo hacen, sea la hora que sea, para comunicarse con sus compañeros humanos o con otros animales.

La verdad es que verlos maullar, de muchas formas distintas, es un espectáculo gracioso.

Pero está claro que no es lo mismo oírlos maullar de vez en cuando durante el día, a escuchar maullidos frecuentes durante la noche.

Si quieres descansar tranquilo, primero tienes que saber por qué maúlla tu gato, y segundo, qué puedes hacer para que deje de hacerlo.

¿POR QUÉ MAÚLLAN LOS GATOS?

Dicen los expertos que los gatos son capaces de emitir más de 60 maullidos distintos, con significados también diferentes, según sea su duración, intensidad y entonación.

Mediante los maullidos, nuestros mininos intentan satisfacer sus necesidades físicas y anímicas, pero también mostrarnos su afecto.

Con su maullido pueden estar dándonos un toque de atención para que les hagamos caso.

Asimismo, las gatas utilizan el maullido para conectar con sus cachorros, quienes distinguen perfectamente su voz entre la de otras mamás felinas.

En general, los gatos maúllan con más fuerza a otros gatos y de manera más suave a los humanos.

De todas formas, y como cada gato es un mundo, también existen los que apenas maúllan y otros, como los extrovertidos siameses, a los que su gusto por vocalizar les ha otorgado la fama de parlanchines.

¿QUÉ HACER PARA EVITAR LOS MAULLIDOS NOCTURNOS?

Para conseguir que tu gato deje de maullar por la noche, tienes que saber exactamente qué le ocurre.

Fíjate no sólo en sus maullidos, sino también en su lenguaje corporal.

Tu gato puede maullar por múltiples motivos. A continuación detallamos algunas de sus razones más habituales:

– Está en celo

Si tienes una gata sin esterilizar, piensa que puede maullar, de manera constante y entrecortada, para atraer la atención de los gatos de su entorno.

Los gatos vecinos sin castrar, por su parte, maullarán respondiendo a los requerimientos de las gatas en celo.

En estos casos, el conflicto puede solucionarse fácilmente con la esterilización o castración de los felinos.

– Tiene hambre

Una serie de maullidos cortos y suaves pueden indicar que tu gato tiene hambre.

Si quieres paliar esta situación, ten en cuenta que el orden y la regularidad en las comidas es esencial para que los gatos adopten hábitos que nos faciliten el descanso nocturno.

Lo ideal es fijar un horario en el que llenar sus cuencos de agua y comida. De esta forma, el minino adoptará la rutina de acercarse a su alimento a las horas establecidas por nosotros y no a sus horas intempestivas.

Aun así, conviene que le dejes agua y un poco de alimento por la noche, por si se despierta con algo de hambre.

– Siente sed

Es raro que tu gato te despierte maullando porque tiene sed, ya que el cuenco del agua siempre debería estar lleno.

No obstante, podemos olvidarnos de reponer el agua antes de acostarnos. Para evitar despistes, conviene anotar en algún lugar, como tarea diaria: reposición de agua en el cuenco del gato.

Recuerda que la hidratación de los gatos es indispensable, especialmente en épocas calurosas.

– Ni está cansado ni tiene sueño

Los gatos, igual que los perros, necesitan ejercitarse durante el día, jugar y divertirse, para caer rendidos por la noche y dormir plácidamente.

Cuando esto no ocurre, es probable que durante la noche se nos acerquen maullando, como pidiéndonos con insistencia que vayamos con ellos al cuartos de juegos a retozar.

Para garantizar el descanso de humanos y felinos, una buena táctica consiste en proveer a tu gato de juguetes que lo motiven durante el día y jugar con él todo el tiempo que puedas. Otra alternativa es adoptar a otro gato como compañero de juegos y travesuras.

Está claro que si durante el día tu gato está activo y feliz, por la noche tendrá dulces sueños.

– Quiere salir

Los maullidos cortos y suaves suelen producirse en diversas ocasiones. Un ejemplo es cuando nuestro gato quiere pedirnos que le abramos la puerta.

Por lo tanto, cuando oigas maullar a tu gato, vigila, porque es posible que se haya quedado encerrado en alguna estancia de la casa y lo que pide es salir.

Los felinos son tan sigilosos que es probable que, en un descuido, entren en el baño sin que nos demos cuenta y cerremos la puerta, dejándolos atrapados dentro.

Ante sus maullidos insistentes, la solución es tan sencilla como levantarnos y abrirles la puerta.

– Siente frío o calor

En épocas de temperaturas extremas, ya sea por frío o calor, debes vigilar que tu gato se encuentre confortable en su camita, libre de corrientes de aire, sin que sude ni tirite.

En caso contrario, es probable que maúlle por las noches para pedirte que lo abrigues o lo liberes del calor excesivo, bien sea poniendo el aire acondicionado o trasladando su camita a otro lugar más fresco.

Seguro que cuando se sienta confortable, conciliará el sueño y dejará de llamarte.

– Tiene alguna molestia o dolor

Ante algún trastorno de salud, molestia o dolor, es normal que tu gato maúlle en busca de consuelo.

Observa atentamente su lenguaje corporal en busca de las posibles causas de los maullidos y consúltale los síntomas cuanto antes al veterinario. 

Pero si los maullidos son repetitivos e intensos, debes acudir al veterinario con urgencia, ya que tu gato podría estar padeciendo un trastorno serio de salud.

– Se orienta con dificultad

Si tu gato es anciano, es posible que tenga problemas para orientarse durante la noche y maúlle porque se siente inseguro. Suele ocurrir a consecuencia de la progresiva pérdida de visión, propia de los años.   

Además de realizar los debidos controles veterinarios, podemos ayudarlo instalando luces nocturnas, como las que se colocan en las habitaciones de los pequeños para que no se asusten cuando se despiertan o quieren ir al baño.

– Su arenero está sucio

Así son los gatos, unos seres limpios hasta el punto de negarse a orinar o defecar en un arenero sucio.

Tenlo en cuenta, porque por la noche es posible que maúllen para decirte que limpies su cubeta para poder usarla en condiciones.

Si quieres que no te despierten, solo tienes que echar una ojeada a su arenero antes de irte a dormir. Si ves que está impecable, ¡felices sueños!

EMPATÍA HUMANA Y FELINA

Para finalizar, queremos subrayar la importancia de prestar atención a los maullidos de nuestros gatos y a su lenguaje corporal.

A esto se le llama empatía, la misma que tienen los felinos cuando captan el estado anímico humano, según el tono, volumen e intensidad de nuestra voz.  

Esperamos que la lectura de este post te sirva para reducir los maullidos nocturnos de tu gato y, si vocaliza, que sea porque se encuentra feliz y preparado para conciliar un sueño reparador. Es lo que tiene identificarse con él y entender sus sentimientos.