Hoy en día, el hecho de convivir con un perro significa quererlo y cuidarlo, igual que lo hacemos con todos los miembros de nuestra familia.
De esta forma, nos interesamos por su alimentación, higiene, salud, y todos los aspectos que contribuyen a que se encuentre feliz y saludable.
Generalmente, sabemos qué hacer en cuanto a los cuidados diarios de nuestros peludos. Pero también es cierto que muchas personas no acaban de tener clara la frecuencia con la que conviene bañarlos.
En este post encontrarás algunas respuestas para evitar el exceso y el defecto.
LA FRECUENCIA ADECUADA A CADA PERRO
El baño regular hace que nuestros perros huelan bien y tengan un pelaje hermoso que dé ganas de acariciar a todas horas.
¿Con qué frecuencia debes bañar a tu perro? Es una pregunta que hay que responder con matices.
Recordemos que el exceso de lavados y el uso continuado de champús puede resecar la piel de nuestros animales e incluso variar o disminuir los aceites naturales.
Dicen los expertos que, en perros sanos, la capa protectora de la piel aporta brillo y lozanía a su pelaje, a la vez que los resguarda de diversas enfermedades de la piel.
Podríamos decir que lo ideal es encontrar la regularidad apropiada para no dañar la piel ni el pelaje de cada perro en particular. Para ello, siempre es aconsejable consultar con el veterinario los tiempos de aseo según la raza de tu peludo. De esta forma el pelaje se mantendrá sano y hermoso.
CONSEJOS BÁSICOS A TENER EN CUENTA
Puesto que no existen fórmulas aplicables a todos los perros por igual, indicaremos los puntos básicos a tener en cuenta a la hora de programar el baño:
– Calidad y grosor del pelaje
¿Verdad que no a todas las personas se les ensucia el pelo con la misma frecuencia? Porque no es lo mismo tener una larga y espesa melena que lucir un look de pelo corto y fino. Tampoco es igual un pelo graso o seco. Estas cualidades hacen que el pelo se ensucie más o menos y que la frecuencia de lavado tenga que ser mayor o menor.
Los perros de pelo largo son más propensos a desprender un olor más fuerte, así que se aconseja el cepillado diario. Cepillar a un perro tiene múltiples ventajas. No sólo para asearlo, sino también para mejorar su circulación sanguínea y reforzar el vínculo afectivo que lo une con su compañero humano.
– Estilo de vida
Es de sentido común que el estilo de vida influye a la hora de espaciar el aseo de nuestros perros. Por eso, la frecuencia del baño en los perros dependerá, sobre todo, del tiempo que pasen al aire libre.
Naturalmente, los perros activos, que suelen corretear por el monte, la playa, los ríos o los pantanos, se ensuciarán más que aquellos cuya rutina es más sedentaria.
– La edad
La frecuencia del baño también depende de la edad del perro. No es lo mismo un cachorro que un adulto o un perro anciano.
No olvides que deben transcurrir al menos siete días después de las vacunas para poder bañar a un cachorro.
Para que los perros no teman la hora del baño debemos familiarizarlos desde pequeños con la rutina del aseo.
– Baños terapéuticos
Con los perros que padecen seborrea, micosis u otros trastornos de la piel, debemos cambiar el concepto de baño higiénico por el de baño terapéutico.
En estos casos, es probable que el médico aconseje aumentar la frecuencia del baño y prescriba otros champús con componentes específicos para tratar las dolencias.
UN PERRO NECESITA UN BUEN BAÑO…
Cuando tiene suciedad, arena, barro, manchas
Si observamos que está lleno de polvo, arena, barro o manchas, ya podemos empezar a prepararle un merecido baño.
Cuando está impregnado de grasa
Cuando veas que en su piel aparece alguna mancha de grasa, betún o aceite, es necesario bañarlo.
Ante las sustancias tóxicas
Si se ha vertido alguna sustancia tóxica sobre el cuerpo del perro, hay que bañarlo enseguida para evitar problemas de salud.
En la época de la muda
Durante el período de la muda, hay que extremar la higiene de nuestros peludos. En esta época es fundamental cepillarlos diariamente para eliminar todo el pelo caído y evitar que se formen enredos y se acumule la suciedad.
Cuando huele mal
También hay que ir preparando el baño en los momentos en los que nos llegan malos olores provenientes de su pelaje.
Cuando se siente acalorado
En verano, nuestro perro sudará más y convendrá bañarlo con mayor frecuencia que en estaciones frías o templadas.
Cuando realiza ejercicio físico
Tras una actividad física intensa, es probable que a tu perro le convenga un baño higiénico y reconfortante.
Para este tipo de baños se aconseja el uso de champús suaves, como los que incluyen entre sus ingredientes avena y aceite de coco.
ANTE CUALQUIER DUDA, CONSULTA CON EL VETERINARIO
Resumiendo, podemos decir que se puede bañar a un perro sano cuando tiene cualquier tipo de suciedad o manchas. Y, por supuesto, debemos llevarlo al veterinario ante cualquier alteración que observemos en su pelaje, o incluso si vemos que está necesitando más lavados de los habituales.