Los perros son animales cuya dieta, evolutivamente, se ha compuesto de una alta cantidad de proteínas. Descendientes del lobo, están adaptados para alimentarse principalmente de fuentes de proteína animal, provenientes de la caza de animales en la naturaleza.
Si bien esto es cierto, cabe hacer algunas apreciaciones.
Por una parte, que se alimentaran principalmente de animales no quiere decir que los perros estén preparados para basar su alimentación únicamente en carne. De hecho, cuando un lobo caza en la naturaleza, lo primero que ingiere de su presa son las vísceras, esos órganos internos entre los cuales está el estómago, que contiene todo lo que esa presa haya comido. Es decir, si un lobo caza un conejo, lo primero que se va a comer son todas las plantas que el conejo estaba digiriendo en su estómago.
Por otra parte, no se puede obviar que estos animales han cambiado a lo largo del tiempo, y con ellos lo ha hecho su forma de alimentarse.
Los perros han tenido una evolución biológica separada a la del lobo durante más de 15.000 años, fruto de su vida doméstica con las personas, en la que se han adaptado a otras formas de alimentación.
Muchas cosas han cambiado. Ahora lo único que tienen que hacer la mayoría de los perros es llegar hasta su comedero y comer algo de pienso. La dieta influye enormemente en la esperanza de vida de los perros modernos. De cara a elegir un alimento que se adapte a las necesidades actuales de los perros domésticos, no hay que olvidar de donde vienen, pero hay que tener otros factores en consideración.
Ingredientes
Una alimentación natural es más sana, sabrosa y segura. Los listados de ingredientes son el mejor indicador para saber qué están comiendo realmente.
Las dietas que no son naturales incluyen ingredientes como apetentes, colorantes o conservantes artificiales que hacen que el alimento parezca atractivo a la vista y que tenga un sabor apetecible, pero que sin embargo perjudican su salud a largo plazo. Darle a tu perro un alimento altamente procesado y con este tipo de aditivos sería como llevarlo a comer cada día a un restaurante de comida rápida, en lugar de darle comida casera.
Para una buena alimentación canina conviene evitar los subproductos, ya sean animales o vegetales, y los aditivos artificiales.
Formulación
Para una nutrición adecuada, todos los nutrientes: carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas, minerales y agua deben ser ingeridos en la cantidad correcta. Esto es esencial para el desarrollo y funcionamiento normal de los órganos, una función reproductiva adecuada, la reparación de los tejidos y para combatir enfermedades.
Fuentes de proteína
A pesar de su adaptación a la vida doméstica, no hay que olvidar los orígenes de los perros. Sus cuerpos están adaptados para comer un alto porcentaje de carne, por lo que una buena alimentación tendrá carne o pescado como primer ingrediente. También debemos asegurarnos de que la principal fuente de proteína en el alimento es de origen animal, ya que los concentrados de proteína vegetal tienen un valor biológico inferior a la proteína animal, y el cuerpo de los perros no los sintetiza de la misma forma.
Como ya se ha mencionado, los perros no solo toleran, sino que necesitan otros tipos de nutrientes además de las proteínas para que su alimentación sea completa. Darles solo carne o pescado les provocaría deficiencias nutricionales a largo plazo.
Formas de cocinar
Aunque lo más parecido a lo que los perros comerían en la naturaleza sea la carne cruda, no hay que dejar a un lado la seguridad. La ingesta de carne sin cocinar, incluso si esta ha sido previamente congelada, comporta riesgos para la salud de los perros como la contaminación por bacterias, además de la transmisión de parásitos zoonóticos que solo son destruidos mediante la cocción correcta. Por lo tanto, no es recomendable darles carne o pescado crudos.
Una buena alternativa son los alimentos cocinados al vapor o a baja temperatura, pues esta forma de cocinarlos elimina por completo los riesgos para la salud de la carne cruda, manteniendo al máximo las propiedades nutricionales de los alimentos. Consumir directamente los minerales, vitaminas y antioxidantes de los alimentos mejora el sistema inmunitario de los perros.
La hidratación es muy importante. Cuando se cocina al vapor se puede mantener parte del agua de los ingredientes, lo que contribuye a una mejor hidratación del perro, ya que sus riñones e hígado no tienen que soportar la misma presión que cuando se come alimento seco o croquetas. Si tu perro come croquetas, esto no es motivo de alarma, siempre que tenga a su disposición un cuenco con agua limpia y fresca en todo momento.
Alimentación del microbiota intestinal
Los intestinos juegan un papel crucial en la salud de los perros. El tracto intestinal contiene una comunidad compleja de microbios, un ecosistema que influye en funciones como la absorción de los nutrientes que provienen de los alimentos.
Los desequilibrios en la microbiota pueden dar lugar a numerosos problemas de salud como diarrea, sobrepeso o alergias.
La composición nutricional y la calidad del alimento que le das a tu perro influyen de forma directa en su microbiota. Una buena comida, además de incluir una fuente adecuada de todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios, estará enriquecida con prebióticos. Estos contribuirán a que la microbiota se mantenga en perfectas condiciones. Numerosos informes han demostrado que los prebióticos y probióticos mejoran el sistema inmune de los perros, pudiendo llegar a protegerlos de contraer enfermedades infecciosas.
Aporte de aminoácidos
Los aminoácidos son vitales para los perros, siendo algunos de ellos esenciales, es decir, el organismo no los puede producir por si solo y han de ser incluidos en la dieta.
Lo más importante de todo esto es que la comida que elijas para tu perro aporte la cantidad adecuada de aminoácidos esenciales, teniendo en cuenta que la mayoría de ellos son aportados por proteínas de origen animal.
En el caso de los perros, los antioxidantes que tienen que ser aportados por la dieta son: Arginina, Histidina, Isoleucina, Leucina, Lisina, Metionina, Fenilalanina, Triptófano, Treonina y Valina.
En definitiva, una dieta ideal aportará una alta cantidad de proteína altamente digestible, que estará procesada lo mínimo posible, lo necesario para evitar la posible contaminación bacteriana de la carne cruda. Estará compuesta de alimentos naturales, de buena calidad, cuyos nutrientes se pueden aprovechar mejor, y estará enriquecida con prebióticos y probióticos que ayudarán a mejorar sus digestiones, reduciendo gases y olores. Al eliminar los aditivos químicos y el procesamiento, se reducirán los problemas de salud. Tendrá un balance de nutrientes adecuado para los animales, aportando cada uno en la proporción necesaria, así como los aminoácidos esenciales para el perro.
Todo esto redundará en un perro más feliz, más sano, que vivirá mejor y durante más tiempo.