Tras el largo invierno por fin llega la esperada primavera, y con ella los paseos más largos en el campo, el bosque, los parques, etc.
En esta época es importante tener algunos aspectos en cuenta, ya que existen más riesgos para la salud de nuestros peludos. Florecen las plantas y llegan los insectos, parásitos y otros peligros:
1. Oruga Procesionaria
Durante el principio de la primavera, estos peligrosos insectos descienden en fila india de los nidos donde han estado resguardándose del frío, y buscan en el suelo un lugar para poder enterrarse y en verano convertirse en mariposas. Pueden recorrer hasta 30 metros para encontrar el punto perfecto siendo amenazantes para nuestros peludos, que curiosos al verlas desfilar, muy probablemente irán directamente a olisquearlas.
Si nuestro peludo entra en contacto con ellas sufrirá reacciones alérgicas que pueden llegar a ser muy peligrosas e incluso letales, por ello deben ser tratadas de inmediato por un veterinario.
2. Pulgas, mosquitos y garrapatas
Además de la oruga procesionaria, debemos tener especial ojo con otros parásitos como pulgas mosquitos y garrapatas, que pueden producir picor, dermatitis y además pueden transmitir graves enfermedades. Nuestro consejo es consultar con tu veterinario, que te asesorará de la mejor manera para prevenir que aniden en nuestra mascota. Hay diferentes tipos de repelentes como collares, sprays o pipetas. Además, también hay métodos más naturales sin insecticidas. Un buen consejo también es el de mantener una buena higiene en general, y pasar el cepillo al llegar a casa después del paseo.
3. Intoxicaciones
En primavera abunda la vegetación y todo empieza a cubrirse con un manto verde, y a nuestros peludos les encanta. Sin embargo, tenemos que andar con cuidado ya que pueden llegar a aparecer peligros para ellos. Tanto en el campo como en los parques de la ciudad se emplea el uso de pesticidas y otros tratamientos para las plagas. Si un perro come la hierba de estas zonas tratadas puede llegar a padecer una intoxicación, presentando vómitos, apatía, u otros síntomas más graves. En el caso de que tu peludo muestre alguno de estos síntomas o hayas detectado que pueda haberse intoxicado, lo más recomendado es acudir al veterinario.
4. Alergias
Nuestro peludo también puede presentar a alergias a diferentes tipos de pólenes, insectos o algunas plantas y alimentos. En primavera la vegetación está en pleno apogeo, y junto a ella proliferan los insectos y el polen. Los síntomas de la alergia pueden variar desde conjuntivitis, rinitis, dermatitis, etc. Al mínimo síntoma se debe acudir al veterinario, quien aconsejará de la mejor manera para tratar a nuestro mejor amigo.
5. Espigas
A partir de la primavera y durante todo el verano y otoño, en el campo, e incluso en los parques de las ciudades crecen las llamadas “espigas” por todas partes. Cuando éstas se secan se desprenden las semillas y es muy fácil que cuando nuestro perro pasea o se restriega encima de ellas, éstas se introduzcan por diferentes orificios: nariz, ojos, oídos.
Cuando se introducen en los orificios nasales notamos que nuestro perro o gato no para de estornudar repetidamente. Cuando se introducen en los oídos nuestros animales no pararán de sacudir las orejas o bien irán con la cabeza torcida hacia el lado donde está la espiga. Cuando se introducen en los ojos, se quedan enganchadas por dentro del párpado y producen una reacción inflamatoria y hasta úlceras en la córnea. Notaremos que el animal tiene el ojo medio cerrado y muy inflamado.
En todos estos casos debería llevar a su perro o gato al veterinario para que éste extraiga las espigas lo antes posible.