Ante casos de perros con enfermedad inflamatoria intestinal, los veterinarios en primer lugar proponen un cambio de alimentación. Produciéndose una mejora temporal en sus problemas de salud debido a que se elimina o sustituye un cierto porcentaje de ingredientes potencialmente dañinos.
Pero esta no es una solución infalible, a menudo cambiar de un alimento ultra procesado a otro más natural solo proporciona una solución temporal y en la mayoría de los casos, dichos problemas vuelven a aparecer. Especialmente relevantes son los perros que padecen de intestino permeable. Cuando se rompen las uniones de los intestinos, la primera respuesta del cuerpo es liberar líquido para tratar de eliminar los irritantes, lo que hace a través de la diarrea, causando un desequilibrio en su flora intestinal.
EL INTESTINO PERMEABLE ES EL PRIMER PASO HACIA LA INTOLERANCIA ALIMENTARIA
La inflamación gastrointestinal crónica es el comienzo de las intolerancias alimentarias, porque el intestino filtra contaminantes y partículas de alimentos parcialmente digeridas en el cuerpo, lo que provoca muchos problemas.
Si el intestino permite que ingresen suficientes partículas extrañas, el sistema inmunológico podría percibir que algo está atacando al cuerpo y para combatir la «amenaza», el sistema inmunológico lanza un contraataque, al igual que lo haría contra cualquier otro peligro real, como un agente infeccioso.
Ciertas sustancias en la alimentación de las mascotas tienen mayores probabilidades de activar el sistema inmunológico que otras y por desgracia, muchas veces el culpable es el nutriente que más necesitan las mascotas carnívoras, la proteína. Pero está demostrado que las reacciones a las proteínas son menos graves o desaparecen cuando la proteína es de calidad y mínimamente procesada. Por este motivo todas las carnes que se usan en las recetas Natsbi tienen estas características, para optimizar su valor nutricional y ayudar en casos de intolerancias y alergias.
Desgraciadamente, los síntomas no aparecen hasta que el tracto gastrointestinal ya está muy dañado por la inflamación que provoca la intolerancia alimentaria. Y esto conlleva que las mascotas que reciben el mismo alimento a diario durante años no solo podrían desarrollar una sensibilidad a la fuente de proteína, sino también a los cereales y vegetales. Ciertas razas de perros son más sensibles a los efectos dañinos de los cereales en el intestino, pero debido a que las mascotas no necesitan almidón, la mayoría se beneficia con una dieta baja en carbohidratos sin cereales para prevenir problemas intestinales.
¿QUÉ HACER SI TU PERRO TIENE SENSIBILIDAD ALIMENTARIA?
Los veterinarios tras el diagnóstico buscan identificar la causa y desarrollar un protocolo personalizado para identificar los ingredientes específicos que están causando el problema. También la evaluación del microbiota del perro ayuda a determinar su estado de salud.
El enfoque más seguro, al menos durante los primeros meses, son las recetas Natsbi, elaboradas con proteínas de alta calidad y una lista reducida de ingredientes, que permite controlar todo lo que ingerirá el animal. La cocción al vapor permite conservar toda la potencia nutricional de los ingredientes favoreciendo su digestibilidad y absorción en el intestino.
Es muy importante que se eviten todos los alimentos sospechosos durante varios meses. Los animales tienden a reaccionar tanto a las fuentes principales de proteínas como a los carbohidratos en su alimentación. Además de evitar todos los alimentos problemáticos, es importante reducir o eliminar los ingredientes innecesarios (que incluyen colorantes, saborizantes y conservadores) que pueden causar la sensibilidad alimentaria y los problemas inflamatorios.
Y recuerda, si tu perro recibe medicamentos que dañan el microbiota (antibióticos, antiparasitarios o antiinflamatorios), es aconsejable implementar un tratamiento de probióticos durante al menos un mes después de su última dosis de medicación.