Los gatos necesitan arañar, cuando lo hacen en realidad por varios motivos: Uno es cuidar y lijar sus uñas afilándolas y también despojándolas de las capas viejas. Otro es marcar territorio visual y olfativamente, la parte visual es evidente incluso para a ojos de los humanos y la olfativa es para advertir a los suyos que ese territorio es suyo, ya que a través de las almohadillas -donde se encuentran glándulas sudoríparas- empapan el sito que han elegido como suyo. Para ellos es natural, por eso nunca hay que regañarlos, lo que hay que hacer es reeducarlos.
OBSÉRVALO Y CONSÍGUELE UN OBJECTO QUE LE GUSTE
Si no quieres que sea el gato quien elija libremente qué objeto o mueble arañar tendrás que proporcionarle uno o varios sustitutos. Tienen que ser superficies porosas para que las uñas se pueden agarrar y la capa vieja de la uña soltarse.
Para saber qué tipo de objeto le gustará antes tienes que observarlo, ver que tipo de texturas le gustan e incluso ver en que zonas tiende a arañar: fíjate si son superficies verticales u horizontales, si son suaves o duras, si lo hace en la entrada de casa o al lado del sofá… Cuando hayas hecho el estudio, cómprale un rascador similar y colócalo al lado del mueble que le gusta rascar. Gradualmente podrás ir desplazando el rascador hasta la zona que quieras que esté. Asegúrate que el rascador es de calidad y que no se cae.
Un truco es frotar el rascador con Hierba de gato conocida también como nepeta cataria, menta gatuna, albahaca de gatos o gatera, entre otros nombres. Esta planta con aroma mentolado que atrae y embriaga los felinos, es una buena manera para atraerlos al nuevo rascador.
Si el gato ya es mayor puedes coger sus patitas y hacer tu el movimiento de arañar, principalmente para que suele su olor en el nuevo objeto y para decirle explícitamente que este objeto sí se puede arañar.
CUBRE LOS MUEBLES QUE YA RASCA
Para evitar que rasque y arañe las zonas que ya ha marcado, cubre los muebles que ya ha arañado con alguna textura diferente (sábanas, plástico…). El gato va a tardar un tiempo olvidar su antigua zona de rascado, al menos entre dos semanas y un mes.
CORTA LAS UÑAS AL GATO
Cada dos o tres semanas hay que cortar un poco las uñas del gato, para que las tenga sanas y sus arañados sean menos dolorosos. Hay que vigilar no cortar demasiado, dentro de la uña hay una vena que no se debe cortar, de lo contrario el gato sentirá mucho dolor y sangrará.
También será necesario crearle un espacio de confianza para que no asocie este momento higiénico con un mal momento. Acaríciales, tranquilízale y no estéis más de 10 minutos.
Si quieres saber como cortar correctamente las uñas de tu gato puedes preguntárselo a tu veterinario de confianza.